martes, 14 de febrero de 2012

Te quiero, no me importa nada más, solo tú. Prométeme que estarás siempre a mi lado, si no, no podré despertar cada mañana, mirarme al espejo, no luchar por mí. Sí,  te digo cinco mil millones de veces al día que te odio,  pero ¿enserio crees que es verdad? 
Ese ''te odio'' tan repetitivo por mi boca, es consequencia de las rabietas que me provocas, que me hacen enfadar, pero no más de dos minutos. Riendote de mi, burlandote de mi aspecto, de mi cara de dormida y de lo empanada que voy siempre. Que si no pronuncio bien las palabras...si no lo hago es porque hay dos ojos marrones mirandome fijamente mientras que mis palabras solo saben que enrredarse entre ellas mismas, haciendo así que tartamudee. De mientras me provocas diciendome que si no se hablar, y eso hace que me ponga más nerviosa y solo me cabree y te diga te odio, mientras que me rodean los mejores brazos que me han abrazado hasta ahora, y los que siempre lo harán...

No hay comentarios:

Publicar un comentario