miércoles, 15 de febrero de 2012

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Descubrirías que me gustan los pequeños detalles, si te hubieras fijado en que jamás tuve las manos grandes. Y si abrieras el primer cajón de mi escritorio, entenderías todas aquellas cosas que quedaron por decir, e incluso si te atrevieras a abrir el armario blanco de la cocina, sabrías que me encantan el chocolate , e incluso es probable que si un día miraras la papelera de mi habitación, te asustaras al ver todos los gritos que he callado. Llega hasta mi parque, siéntate en mi banco, y sabrás las mil cosas que nunca me atreví a contarte. Coge mis pinturas, y entenderás que mis dibujos siempre hablan de tí, incluso cuando a ti te parecen tan solo garabatos de locura. Pon el ojo en mi cámara y mira el mundo a mi manera, puede que así comprendas todos mis miedos. Ve, coge mi álbum de fotos y sabrás de qué hablo, cuando digo que no podría vivir sin ti.

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