martes, 14 de febrero de 2012

Hoy soñé contigo, soñé que te veía, pero que no era capaz de acercarme a ti. Quería caminar hacia donde tú estabas, pero mis piernas no me respondían, era incapaz de ir, no tenía el valor. De repente, te das la vuelta y me miras, sonríes y vienes a darme un abrazo con mucha ilusión. No sé que me pasó, que yo no te lo di con las mismas ganas que tu a mí, por lo que dejaste de sonreír y te fuiste de nuevo. Entonces, mi amiga me pregunto que qué me paso, que estaba deseando verle y parecía todo lo contrario. Entonces yo me acerqué a ti, me agaché y te di un abrazo, y volviste a sonreír, te dije que antes estaba bloqueada, que no me esperaba ese abrazo, aunque en realidad lo estaba deseando. De repente vas acercando tu cara a la mía y entonces, en ese preciso momento, me desperté. Una rabia dentro de mí me inundaba. Intenté dormirme otra vez para continuar con el sueño y poder terminarlo. Pero fue imposible. Si eso no hubiese sido un sueño, te prometo que ese abrazo lo abrías recordado para siempre, no hubiese desperdiciado ni un segundo. Pero, todo si eso.. si no hubiese sido un sueño.

No hay comentarios:

Publicar un comentario