- Bueno, pues... he estado pensando en por qué siempre ando jodíendolo todo y esta es la mejor forma que tengo de explicarlo. Todo empezó bien, luego empezó a ir mal. La gravedad que nos mantenía unidos desapareció. Flotábamos en el espacio. Es fácil cuando no tienes nada porque... no hay nada que te puedan quitar. Pero ya no quiero “nada” nunca más.

- ¿Y bien? ¿Eres la única persona en este mundo a la que han decepcionado? ¿La única a la que le han hecho daño abandonándola? ¿Solo tú? Entonces... ¿qué te da derecho a actuar como lo haces?
- ¿Puedes perdonarme?
- No.
- ¿No lo entiendes? ¡Yo quiero...!
- ¿... hacer otro puto pacto que no signifique nada para ti? Bien, ¡hagámoslo! ¡Construyamos algo para destruirlo luego! ¡Que le den! Vamos, dilo, ¡dilo! Crear algo para luego destruirlo. No eres quien creía que eras. Eres solo una sonrisa vacía y venenosa.
- ¿Qué quieres que te diga? ¡No se que es lo que tengo que decir! Mírame. Era completamente feliz matándome yo solo, pero entonces tú me pediste que lo intentara... ¡Y por primera vez en mi vida he sentido que yo le importaba a alguien! Y que esa persona merecía que lo intentara. Y... ahora... yo... Conseguiría el puto récord del mundo del sándwich más grande si me lo pidieras, les patearía las tetas a las abuelitas, llenaría los ríos de batido de fresa....
- Basta.
- La he jodido del todo y lo siento mucho. Te quiero. Tú eres todo mi mundo.