Te regalo mis ojos, cada mirada, mis labios, y con ellos, cada uno de mis besos. Te regalo mi nariz por muy fea que sea y mis orejas aunque sean insignificantes. Te regalo mis brazos y mis piernas. Te regalo cada palabra que salga de mi boca. Te regalo cada amanecer. Te regalo cada suspiro. Cada lágirma. Cada triunfo y cada derrota. Te regalo mi vida, sería absurdo que no la tuvieras.
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