—Tenemos toda la vida.
—Pues eso; no es suficiente. Tú fumas como un carretero y yo soy torpe, muy torpe, acabaré tropezando con mis propios pies y rompiéndome la cabeza contra un bordillo. En el mejor de los casos.
—Pues eso; no es suficiente. Tú fumas como un carretero y yo soy torpe, muy torpe, acabaré tropezando con mis propios pies y rompiéndome la cabeza contra un bordillo. En el mejor de los casos.
—Ahora eres tú la que está hablando demasiado.
No hay comentarios:
Publicar un comentario